Es una órtesis dinámica y progresiva que requiere un ajuste específico para lograr los resultados deseados. El primero de estos objetivos debe de ser lograr la simetría craneal. La aplicación de la ortesis craneal correctora no debe nunca alterar el crecimiento craneal, sino su dirección.
El tratamiento ortésico consiste en un contacto total en las zonas donde no se desea crecimiento y una expansión en las zonas donde sí se desea. El período crítico para el éxito del tratamiento está entre los 4 y los 12 meses de edad, cuando la cabeza del niño está en un crecimiento activo.
Si la forma de la cabeza del bebé tiene asimetría debemos encontrar, cuando no se utilice la ortesis, posturas seguras de la cabeza de forma que las prominencias soporten el peso, de esta manera las zonas que requieren un crecimiento no se ven oprimidas. La limpieza del casco debe de ser diaria.